Estamos próximos a la Navidad y Fin de Año, donde nuestros vecindarios se convertirán en una especie de campo de batalla cortesía de los artefactos pirotécnicos. Donde las personas se divertirán lanzando al aire luces de colores y reventando voladores, camaretas, mientras otros miles temblarán aterrados por el ruido que estos artefactos ocasionan.
El oído de muchos animales es considerablemente más sensible que el humano, por lo que las explosiones de fuegos artificiales no solo les resultan más perturbadoras, sino que les pueden dañar más gravemente su capacidad auditiva.
Los perros son capaces de oír hasta los 60.000hz, mientras que las personas no oyen nada a partir de 20.000hz, lo cual supone solamente un tercio de la capacidad de los primeros. Esta agudeza auditiva de los perros es una de las causas que provocan que el sonido de la pirotecnia sea una experiencia negativa para ellos.
Estos animales muestran señales de ansiedad y agobio que se intensifican a medida que se ven incapaces de escapar del sonido.
Muchos perros sufren alguno de los síntomas relacionados con las explosiones de petardos. Las reacciones a los petardos que con más frecuencia se pueden observar en un perro son:
1. El congelamiento o paralización
2. Los intentos incontrolados de escapar y esconderse, y los temblores.
3. También se pueden presentar otros signos más intensos, como salivación, taquicardia, vocalizaciones intensas, micción o defecación, actividad aumentada, estado de alerta y trastornos gastrointestinales, entre otros.
Todos estos signos son indicativos de una situación de un profundo malestar. El empleo de la pirotecnia, muchas veces se lleva a cabo con fines recreativos, causa diversos daños a los animales.
El veterinario Hargrave, (2018) indica que “Muchos perros urbanos sufren alguno de los síntomas relacionados con las explosiones de petardos. Las reacciones a los petardos que con más frecuencia se pueden observar en un perro son el congelamiento o paralización, los intentos incontrolados de escapar y esconderse, y los temblores”.
"También se pueden presentar otros signos más intensos, como salivación, taquicardia, vocalizaciones intensas, micción o defecación, actividad aumentada, estado de alerta y trastornos gastrointestinales, camina sin cesar de un lado a otro, se esconde debajo de los muebles, saliva excesivamente, escarba el piso, la tierra o la alfombra, gime, ladra, intenta escapar, entre otros. Todos estos signos son indicativos de una situación de un profundo malestar".
Estos afectan de forma muchas veces visible a los animales mantenidos como compañía. Pero no hay que olvidar que también dañan a los demás animales que se encuentran a nuestro alrededor, tanto en entornos urbanos como fuera de ellos, así como a los que se encuentran en granjas o recluidos en otros espacios.
Se estima que la quinta parte de desapariciones de animales mantenidos como compañía se deben a sonidos muy fuertes, principalmente fuegos artificiales. Es así que en estas festividades no utilices pirotecnia, dile #Noalapirotenica
Referencias:
Hargrave, C. (2018). Miedos y fobias a los fuegos artificiales en los animales de compañía - ¿por qué dejamos los propietarios se arriesgan una de cada dos veces? La enfermera veterinaria, 392-392.
También Recuperado de: https://www.animal-ethics.org/como-dana-la-pirotecnia-a-los-animales/#sdendnote2sym.
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